lunes, 17 de diciembre de 2012

ERES INVIERNO.


Fueron a juntarse Invierno y Primavera.
El invierno mas tierno
y la primavera mas ramera.
Se fundieron en un beso eterno,
una mañana de enero en pleno agosto,
hambrientos como lobos,
Invierno de Primavera se subió a lomos.

Los copos de nieve
rozaban de las flores su relieve.
A mirarlos nadie se atreve
mientras se mueven.

Rompieron con las leyes de la naturaleza.
Con certeza encajaba cada pieza.
Cuánta belleza: ¡helada una cereza!
Si por algún casual, ardiera Primavera,
con pureza, invierno la despieza,
como una cera se funde en un fuego helado;
allí estaba, formando tornados.
Todos gritaban "El fin del mundo a llegado"
Mientras, abril le gritaba a enero
que dejase el cigarro en el cenicero
y que la follara, que entre sabanas
la achuchara, y entonces estallar como granadas.

Aquello no pudo terminar con mayor tempestad.
Llegó el duende Otoño:
-Esto yo lo tengo que parar.
El duende envidioso,
acosó a invierno con gozo.
-¡Grandiosos los ojos!-Le dijo al Sol de mayo.
-Tú y yo, hagamos el trato del año.
A Invierno quiero recuperar,
si me ayudas, a cambio,
a Primavera vas a recobrar.

Sol comenzó a alumbrarla dándole calor,
atraiéndola como atrae a un girasol,
y primavera, tonta, perdió el control.

Invierno enfurecido y herido,
en su cabeza solo escuchaba ruido.
Primavera lloraba por su descuido.
Él, tullido, sintió
lo mismo que Sol cuando se la robó.
Cada soplido un rugido.
Del duende ya solo se escuchaban ronquidos.

Jodido en cada latido
se despidió de primavera
-¡Espera, no te vayas, querido!
-Cállate y déjame mentirosa,
ya no eres mi diosa,
y pienso quemar cada una de tus rosas.

Y ahora en cada abril
primavera se vuelve lluviosa
y en cada arcoiris,
se toca, viciosa,
pensando en su gris iris.