miércoles, 15 de mayo de 2013

Tú eres mi droga favorita.

Nos vimos reflejados en la autodestrucción de dos yonkis enamorados de una película. Nos veíamos borrachos y perdidos en el futuro pero, siempre juntos. He incluso imaginarme a mí en tal estado de decadencia y demencia me pareció lo más bello del mundo porque estaría a mi lado. Porque aún locos y perdidos estaría agarrándome fuerte. Porque moriríamos juntos e igual.
Deseaba llegar a ese estado de locura. El mundo no existía, el tiempo no existía, no había hambre, sueño o  cansancio, no tendríamos valores ni tendríamos que pedirle cuentas al futuro. No conoceríamos ni cielo o infierno; éramos los dueños de un paraíso pecaminoso.
Solo los dos muriendo de locura en nuestro propio mundo.
Nos mataríamos, seríamos caóticos, y nuestro caótico destino era maravilloso. 

Estábamos condenados. 
Condenados el uno al otro. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario